Es importante recalcar que el género no es sinónimo de mujer, aunque el concepto surge como un movimiento que reclama la discrminación a las mujeres y el sometimiento de este género por una supuesta inferioridad; hoy en día el enfoque de género involucra a hombres y mujeres para la promoción de relaciones más saludables y constructivas.
En este sentido, el enfoque de género guarda relación con el concepto de equidad de género, esto implica la posibilidad de promover la igualdad de oportunidades respondiendo a las necesidades propias.
Inculcar la responsabilidad compartida de los deberes del hogar desde la infancia a nuestras hijas e hijos.
Autoevaluar las actitudes machistas y erradicartas. Este análisis interno es el primer paso para una transformación social.
Distribuir las tareas de la casa entre todos los adultos, de forma aleateoría.
Involucrar a los padres en los cuidados de sus hijos/as. Esto implica hacer las tareas, ir a las reuniones del colegio, ir al médico, et.
Reprender actitudes o comentarios machistas. No permitir que se encasille a las mujeres u hombres en estereotipos de género.
Capacitarse sobre el enfoque de género, para contribuir en la construcción de un mundo mejor.
Prestar atención a las señales de violencia de género. Escuchar a las víctimas y colaborar con información para realizar la denuncia.