El principal beneficio es que reduces visiblemente es el estrés, lo que aporta directamente a tu bienestar físico, psicológico y emocional. Por ejemplo, saber dónde están las cosas guardadas y tener ordenado tu ambiente te genera una satisfacción interna.
En el trabajo esto implica hacer las cosas de manera organizada, asignando prioridades y realizando más tareas sin sentirte agotada/o.
Organizarte te libera tiempo para dedicarte a lo más importante. Esto te hace sentir mejor y más feliz.
Realiza el seguimiento de tus tareas a la misma hora todos los días.